Huelgas petroleras

Huelgas petroleras

Mene Grande fue pionera en las luchas gremiales petroleras de Venezuela, ya que en el campo del mismo nombre se realizó la primera huelga petrolera del país, el 9 de junio de 1925, bajo la dirección de Luis Augusto Malavé, fogonero de la compañía petrolera y líder natural. Los obreros de la planta, 300 en total, exigían un trato más humano, recortar la extensa jornada laboral, viviendas en condiciones más salubres, asistencia médica y aumento del salario de 5 bolívares diarios, aspectos estos que permanecían invariables desde 1914. La Caribbean Petroleum Corporation negó las justas peticiones y recurrió a la policía y al ejército para resguardar el orden, pero la lucha continuó durante dos semanas, hasta que la compañía cedió en el aumento de 2 bolívares diarios, es decir que los obreros petroleros pasaron a ganar 7 bolívares. Esta huelga fue muy importante en la historia de las luchas obreras venezolanas porque por primera vez un grupo de trabajadores petroleros se lanzó a la protesta en búsqueda de mejores reivindicaciones, enfrentando a la poderosa industria petrolera, bajo un régimen dictatorial. Posteriormente hubo otras protestas, de las cuales la más significativa fue la huelga petrolera de 1936, que paralizó la industria petrolera por 45 días. Los sindicatos petroleros formados a la muerte de Gómez acordaron iniciar la huelga el 14 de diciembre de 1936. Detenidos Valmore Rodríguez y Rodolfo Quintero, máximos dirigentes sindicales adeco y comunista, se nombró un comité Político-Sindical Unificado de la huelga compuesto por José Antonio Mayobre, Juan Bautista Fuenmayor, Manuel Taborda, Isidro Valles y Felipe Hernández, quienes asumieron el comando de la huelga, la cual paralizó totalmente la industria en los estados Zulia y Falcón y estimuló la reunión apresurada del I Congreso de Trabajadores de Venezuela en el teatro Bolívar de Caracas, el cual exigió al general Eleazar López Contreras la libertad de los numerosos dirigentes obreros y detenidos. Las compañías petroleras trajeron desde los Estados Unidos a mister Morton, especialista en romper huelgas, quien desarrolló una campaña psicológica pero fracasó totalmente, ya que el movimiento huelgario iniciado en Cabimas se fue extendiendo a diversas regiones de Zulia y Falcón hasta que el 22 de enero de 1937, el presidente López Contreras decretó el cese de la huelga petrolera. Sólo se reconocieron como aumento 1 bolívar para los obreros que ganasen entre 7 y 9 bolívares diarios, así como 1 bolívar adicional para los trabajadores que no ocupasen casas de la compañía. A raíz de esta huelga se inició un trato más ajustado a la personalidad humana del trabajador petrolero. En junio de 1946 se firmó el Contrato Colectivo de trabajo, para regir las relaciones entre patrono y trabajadores de la industria petrolera. Al derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos, la Federación Petrolera de Venezuela declaró un paro general a partir del 17 de enero de 1949 y más tarde se organizó la huelga del 3 de mayo de 1950, dos momentos que sacudieron al triunvirato militar.