Como se enuncia en Intentos Revolucionarios, en el actual territorio del Zulia se realizaron variados intentos revolucionarios contra el gobierno español, el último de ellos denominado Pronunciamiento de Maracaibo o Declaración de Independencia de Maracaibo el 28 de enero de 1821. Aquí se hará referencia a las independencias de la provincia de Maracaibo en 1862, 1863, 1868 y 1869, cuando los caudillos de turno Antonio Pulgar, Jorge Sutherland y Venancio Pulgar proclamaron la independencia de Maracaibo del resto de la nación, intentos que han sido estudiados detenidamente por Rutilio Ortega. Sin embargo, debe señalarse que, en 1829, al separarse Venezuela del resto de Colombia hubo discusiones sobre la decisión de unirse a Venezuela, unirse a la Nueva Granada o hacerse un estado independiente y al prevalecer la primera decisión, Maracaibo fue una de las 11 provincias de la República de Venezuela. En 1858, el general Vicente Herrera, mandatario de Santander, concibió la idea de crear el Estado Soberano del Zulia con la provincia de Maracaibo, parte de los andes venezolanos, la antigua provincia de Santander y parte de la de Ocaña, proyecto político que demostraba la realidad de una región histórica, la marabina, cabalgando entre dos naciones. El 30 de enero de 1862, el general Antonio Pulgar derrocó al jefe civil y militar Pedro Bracho, desconoció al gobierno paecista y declaró la independencia temporal de la provincia con el nombre de Estado Independiente de Maracaibo, pero, tras el contragolpe del 1 de febrero del mismo año, abanderado por su sobrino Venancio Pulgar, fue depuesto y exiliado a Cúcuta. El 2 de marzo de 1863, Jorge Sutherland y Venancio Pulgar, gobernador y jefe de operaciones de la provincia, hicieron pública una proclama a los maracaiberos donde rompían sus lazos con la república de la dictadura contradictoria y proclamaban la independencia de Maracaibo, a la vez que convocaban a una Convención Provincial, con el fin de defender la autonomía local y los poderes políticos locales del intento centralista y dictatorial del binomio Páez-Rojas, según apreciación de Rutilio Ortega, lo cual lleva a que el 20 de marzo se proclame la federación en el Zulia y se reconozca como jefe supremo al general Juan Crisóstomo Falcón, quien cumplió la promesa hecha a ambos militares zulianos, los ascendió a generales y decidió la formación del estado Zulia con las provincias de Maracaibo, Mérida, Táchira y Trujillo, necesidad sentida por la burguesía mercantil de la ciudad lacustre, que se beneficiaba de la producción cafetera andina, pero pronto los departamentos andinos decidieron separarse y constituirse en estados independientes. En 1868, ante la agonía del gobierno federal, Jorge Sutherland firmó un decreto, el 30 de julio, donde se reasumía la «soberanía original», que había estado delegada en los poderes nacionales y así lo comunicó a todas las legaciones consulares extranjeras radicadas en Maracaibo. Instaurado un gobierno provisorio en la Unión, Sutherland deroga su decreto ejecutivo el 5 de octubre de ese mismo año y reincorpora al Zulia a la Federación Venezolana, lo cual condujo a que el 11 de noviembre de ese año, se encargase de la presidencia provisoria del estado el general Venancio Pulgar. En 1869, ante las pretensiones del gobierno azul por el control aduanal y político sobre Maracaibo, Venancio Pulgar rompió con el régimen nacional que había apoyado, separó al Zulia de la unión nacional, invadió a Coro para asegurar las fronteras y la legislatura del estado aprobó un decreto, según el cual el pueblo zuliano «reasumía su soberanía en toda su plenitud». En agosto de 1928 hubo un último intento cuando se quiso crear la República de Coquivacoa, con apoyo de los intereses norteamericanos, que controlaban las concesiones de minas e hidrocarburos. Algunos atribuyen la idea a la Pantepec Oil Company, presidida por William Buckley, otros a la Standard Oil Company. La proyectada república estaría integrada por el estado Zulia, los departamentos norte y sur de Santander y la comisaría de la Guajira, incluyendo los territorios de Cartagena y Barranquilla. Las denuncias de Valmore Rodríguez y Rómulo Betancourt, del Partido Revolucionario Venezolano, ilegalizado, pero con sede en México y la «liga internacional contra el imperialismo», que se estaba celebrando en Bruselas, propiciaron un acuerdo de lucha contra el imperialismo yanqui, mientras el parlamento colombiano y el gobierno venezolano lograron dominar la situación.
