La plaza más visitada por los zulianos en el casco central de Maracaibo, cuenta con caminerias y frondosos árboles. Rodeada por importantes edificaciones patrimoniales, que nos recuerdan el pasado cultural, religioso, colonial e independentista de la ciudad. Es un espacio público visitado por turistas nacionales e internacionales.
Toda ciudad fundada por los españoles debía tener una plaza Mayor según las leyes de Indias, que era el centro de la población y a su alrededor se asentaban los principales edificios públicos del gobierno y el clero. También se llamó de San Sebastián, por ser el Patrono de la ciudad. Después de la Independencia, se colocó en ella una pirámide con los nombres de los participantes en la intentona revolucionaria de la Escuela de Cristo y por ello a la plaza se le dio el nombre de plaza de la Pirámide. En 1867, Jorge Sutherland mandó a demoler la pirámide y levantó una columna para una estatua del Libertador, pero por ser imperfecta, debió retirarse. En 1873, Venancio Pulgar, encargó al artista Carmelo Fernández concebir un parque en forma octogonal, con una glorieta en el centro, un cercado ornamental y alumbrado por 92 faroles en el interior y 14 en el exterior, además de cuatro estatuas de bronce simbolizando la agricultura, el comercio, la industria y la navegación o marina. Esa hermosa obra se llamó la plaza de la Concordia, a semejanza de la parisina, la cual se inauguró el 6 de diciembre de ese mismo año. En 1902, el escultor Eloy Palacios presentó a la Sociedad Gloria al Semi-Dios de América, una propuesta para esculpir una estatua ecuestre del Libertador, la cual se pagó con donaciones del pueblo y grupos privados de la ciudad. Debía inaugurarse el 24 de julio de 1904, pero no pudo realizarse así y fue el 1 de enero de 1905, cuando se inauguró la estatua ecuestre del Padre de la Patria, que le confirmó el nombre de plaza Bolívar. En 1929, Vincencio Pérez Soto, le hizo algunas reformas, bajándole el nivel y quitándole la baranda, la cual fue colocada por partes en la plaza del Buen Maestro, en el templo de San Felipe Neri y en el Garaje Municipal del Estado. En 1973 se procedió a su renovación con motivo del Sesquicentenario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo. Los arquitectos encargados de la obra, fueron: Aquiles Asprino, Cecilia Ferrer y Elke Híuz. La nueva estructura dejó atrás la forma octogonal y cercado con verjas, por una moderna con la construcción de jardineras, que según los expertos su mayor carencia en el diseño fue la falta de acceso para discapacitados (Fuente: Diccionario General del Zulia).
Reseña y Foto: Samuel Mavarez (Pasante)