Quienes somos

ACERVO HISTÓRICO DEL ZULIA

Creado el 5 de junio de 1974 por decreto número 71 del gobernador del estado Carmelo Contreras Barboza, con el fin de atender la valoración, el estudio, la conservación y la proyección de lo histórico-geográfico, para imprimirle dinamismo al complejo desarrollo de la comunidad zuliana, según el reglamento de la Secretaría de Gobierno del 12 de julio de ese mismo año. Tenía que localizar, catalogar, cuidar y conservar los documentos, los monumentos y las estatuas de valor histórico y, así mismo, localizar y rescatar los nuevos valores históricos, como las ruinas, cementerios, objetos y similares, entre otros fines.

Para 1974 el Archivo Histórico, pasa a ser Acervo Histórico del Estado Zulia, que incorpora un sentido mas global a la preservación de la documentación oficial existente; definiéndolo como una dependencia gubernamental encargada de la preservación de toda la memoria histórica regional; lo que involucra, además de los archivos oficiales, las leyes o decretos emanados  del  ejecutivo regional y toda información destinada a registrar la perspectiva histórica regional. Es la encargada de establecer y coordinar las políticas y estrategias generales que definen los procesos del sistema archivístico de todo el estado Zulia. En consecuencia, le corresponde la salvaguarda y custodia del patrimonio documental que reposa en los archivos estadales, municipales y parroquiales.

Su primer titular fue Antonio Gómez Espinoza, que fue nombrado el 1 de enero de 1975 por el gobernador encargado Rafael Urdaneta Díaz, y durante su gestión se procedió a la remodelación de la Casa de la Capitulación, recuperándose para la posteridad este monumento de la arquitectura colonial zuliana; se creó la Academia de Historia del Zulia, se decretó la zona histórica de la ciudad, se inició una frustrada restauración del Castillo de San Carlos y se adscribieron al despacho del Acervo Histórico, la Casa de la Capitulación, el Museo Histórico Rafael Urdaneta y el Archivo Histórico del estado Zulia. El 1 de julio de 1978 renunció el titular A. Gómez Espinoza y la Academia de Historia del Zulia presentó una terna al cargo, para tratar de que el nuevo director no fuese nombrado por injerencia política, lo cual se logró por única vez, y fue seleccionado Luis Guillermo Hernández, que fue nombrado el 21 de julio de 1978 continuando la labor organizadora, el rescate de los documentos, la proyección del despacho a través de la promoción cultural y la captación de nuevo personal.

Más tarde desempeñaron el cargo: Mercedes Nava, durante cuya gestión se contrataron investigadores universitarios para el despacho; y Maritza Acevedo de González, Coordinadora del Archivo Histórico, como encargada del despacho, hasta que fue designado el nuevo titular Jorge Rodríguez Cabrera, en cuya gestión se decretó la calle Carabobo como Calle de la Tradición, se inició un pequeño programa de publicaciones, se le dio el nombre de ilustres zulianos a las distintas dependencias, se logró el apoyo del Centro de Estudios Históricos de LUZ, y así sus docentes e investigadores cooperaron con el Acervo en el Bicentenario del Natalicio del General Rafael Urdaneta, cuya comisión presidencial encabezó Rutilio Ortega González; los docentes e investigadores también formaron parte del comité técnico asesor del despacho. Luego han sido directores: Luis Manuel Tirado Rodríguez, quien logró mejorar la organización, editó Las Independencias del Zulia de Rutilio Ortega y luchó por la capacitación del personal; y Lirídimo Rincón, que inició un trabajo muy necesario con los cronistas y prefectos de los municipios, en pro de la lucha conjunta por el rescate de la memoria documental del Zulia. En el año 1996 volvió a regir el despacho Antonio Gómez Espinoza, su director fundador, pero por poco tiempo, sustituyéndolo Manuel Suzzarini B. (1996), un historiador de prestigio nacional, docente e investigador de la Universidad del Zulia, quien ha intentado dar un auténtico cambio al despacho, modernizándolo y adaptándolo a los nuevos retos del próximo milenio. Posteriormente fue designado el Dr. Juan Carlos Morales Manzur, quien desarrolló una importante labor de publicación, se propició la investigación histórica y documental, se comenzó la digitalización de documentos y libros, y se creó la revista arbitrada Acervo. Revista de Estudios Históricos y Documentales.

En agosto de 2009, la institución recibió la VI edición del Premio Iberoamericano a Excelencia Educativa, por su “denodado esfuerzo, impecable trayectoria y aporte a la educación a través de la investigación, servicios y actividades desarrolladas por la institución”; el premio lo recibió el Dr. Morales Manzur, titular del despacho en la ciudad de Lima, Perú.  Nombrado el Dr. Kurt Nagel Von Jess como director y con poco presupuesto, le dio continuidad a la labor que se venía haciendo en la medida de lo posible y desarrollar actividades de divulgación. A comienzos de 2013 fue designada como titular del despacho, la Dra. Ligia Berbesí de Salazar, quien se propuso como objetivo, un nuevo modelo de gestión que valorara la participación activa y efectiva de los distintos colectivos zulianos; generando políticas que permitieran la articulación entre la institución y las distintas entidades educativas, culturales, comunales y sociales de la región.

Fue sustituida en el cargo por el escritor Alexis Fernández para cumplir el período 2017-2021. El Acervo está divido en: Departamento de Investigación y Archivología “Juan Besson Lalinde”, donde se investiga, se clasifican y se ordenan los documentos históricos oficiales del estado Zulia; Archivo Histórico del Estado Zulia “Carlos Medina Chirinos”, contiene documentos de la administración pública, ordenados por tomos y legajos, desde 1824; Departamento de Gacetas Oficiales del estado Zulia “Dr. Jesús Enrique Lossada”, facilita esta publicación desde 1929; Centro Zuliano de Documentación “Héctor Cuenca”; Biblioteca de Temas Zulianos “Hercolino Adrianza Álvarez”; Archivo Administrativo “Aniceto Ramírez y Astier”, su función es depositar los documentos de la administración pública; y el Departamento de Computación, encargado de digitalizar y transcribir los documentos oficiales y todos aquellos de importancia histórica.